Soñaba un niño a la orilla del mar y bajo el abrigo de sus mareas, mientras la brisa marina preñaba las olas de besos salados que su madre, embelesada, desgranaba entre canciones apenas perceptibles entre sus labios. Eran sus canciones como un murmullo amoroso, que presagiaban despertares de auroras policromadas cual ilusión suspendida de un arco iris.
Sobre las suaves blondas que formaban las olas, iban montadas sus fantasías de ángel gestadas en el vientre materno.
"Un caballito de mar desplegaba sus alas de forma inusitada , incitándole con gestos que le invitaban a viajar sobre su lomo y, juntos, recorrían la inmensidad de los mares ignotos de países inventados para sus sueños angelicales. El suave cosquilleo que recorría su menudo cuerpecito le provocaba intensas sonrisas que, constantemente, distendían su boquita de querubín, como sacada de un fresco de Miguel Ángel."
Su madre, extasiada, le miraba imaginando un nuevo cielo en cada sonrisa de su hijito.
"El rey Neptuno se mesaba la barba ensimismado en un gesto característico de legítima preocupación -Umm . . . tendría que tomar medidas por la propia seguridad del pequeño; y con ojos penetrantes, que atraviesan los mares por doquier, contenía las gigantescas olas convirtiéndolas en nacaradas blondas que, espumosas, centelleaban creando millares de partículas de iridiscencia tornasoladas, donde el pequeño, montado a lomos de su caballito, ponía los destellos dorados de sus rizos angelicales, añadiendo el brillo de la inocencia a la magnificencia de la, diríase, inacabada Creación.
"Un caballito de mar desplegaba sus alas de forma inusitada , incitándole con gestos que le invitaban a viajar sobre su lomo y, juntos, recorrían la inmensidad de los mares ignotos de países inventados para sus sueños angelicales. El suave cosquilleo que recorría su menudo cuerpecito le provocaba intensas sonrisas que, constantemente, distendían su boquita de querubín, como sacada de un fresco de Miguel Ángel."
Su madre, extasiada, le miraba imaginando un nuevo cielo en cada sonrisa de su hijito.
"El rey Neptuno se mesaba la barba ensimismado en un gesto característico de legítima preocupación -Umm . . . tendría que tomar medidas por la propia seguridad del pequeño; y con ojos penetrantes, que atraviesan los mares por doquier, contenía las gigantescas olas convirtiéndolas en nacaradas blondas que, espumosas, centelleaban creando millares de partículas de iridiscencia tornasoladas, donde el pequeño, montado a lomos de su caballito, ponía los destellos dorados de sus rizos angelicales, añadiendo el brillo de la inocencia a la magnificencia de la, diríase, inacabada Creación.
El honorable pez martillo, había reunido a todos sus amigos del mar para construirle una cuna, y con este objeto, buscaron restos de navíos poderosos que naufragaran en tiempos.
El pez martillo era el maestro de obras , asegurando cada punto débil, hasta que la cunita tuvo un anclaje seguro, y un velador que la protegiera del sol y de vientos indeseados.
Era como un pequeño velero, con destino hacia quimeras pinceladas de acuarelas celestes, donde el azul, el violeta y el blanco se vestían de ensoñaciones sacadas del Cielo, de donde mana el Pan de los Ángeles que engendra los deseos inocentes y limpios, meciéndose en las aguas transparentes desde el alba hasta el ocaso, para fundir el espacio y el tiempo en un inesperado lecho en el que se acuna el Amor que se mece de la mano de Dios.
El pez martillo era el maestro de obras , asegurando cada punto débil, hasta que la cunita tuvo un anclaje seguro, y un velador que la protegiera del sol y de vientos indeseados.
Era como un pequeño velero, con destino hacia quimeras pinceladas de acuarelas celestes, donde el azul, el violeta y el blanco se vestían de ensoñaciones sacadas del Cielo, de donde mana el Pan de los Ángeles que engendra los deseos inocentes y limpios, meciéndose en las aguas transparentes desde el alba hasta el ocaso, para fundir el espacio y el tiempo en un inesperado lecho en el que se acuna el Amor que se mece de la mano de Dios.
El sol del mediodía solía bajar a jugar con el pequeño pero, para ello, había de suavizar sus rayos y, a tal efecto, se zambullía en las aguas del mar templándolas desde el Septentrión hasta el Poniente .
El mismo sol se adormecía relajado de su trabajo protector de la humanidad.
Aquel pequeño, pensaba el sol , parecía ser el principio de TODO ; la humanidad entera se contenía en él. Él era, se decía a si mismo, el motivo por el cual su trabajo tenía justificación y razón de ser .
Desde la Creación del mundo , había contemplado toda suerte de acontecimientos , de conflictos y actos deleznables , y siempre , como protagonista , el hombre , vanidad de vanidades , encabezando cada acto destructivo hasta tal punto , que el mismo sol que antes fuera considerado como benefactor del mundo , habíase convertido ahora , por la mano del hombre , en peligro para la propia Humanidad desencadenante del riesgo .
Habría que decirle al Regidor del Universo , que su trabajo se había vuelto ingrato , que el mundo ya no era el lugar agradable y equilibrado del principio de los tiempos , cuando todo encajaba en un ritmo concertado de sintonía armoniosa .
Aquel pequeño se lo había hecho ver . Sus ojos eran como un lago tranquilo y cristalino , en ellos se transparentaba su alma . Y su alma se encontraba plena de armonía y le pedía , desesperadamente , un poquito de tiempo , como si aquel menudo ser pudiera intuir su propio cansancio .
Aquel pequeño se lo había hecho ver . Sus ojos eran como un lago tranquilo y cristalino , en ellos se transparentaba su alma . Y su alma se encontraba plena de armonía y le pedía , desesperadamente , un poquito de tiempo , como si aquel menudo ser pudiera intuir su propio cansancio .
Sus manitas , impregnadas de inocencia , poseían la bondad sólo atribuíble al camino intransitado , donde la vegetación aún permanece verde y frondosa , y las flores proliferan por doquier como en el más bello paraíso , en el que la sóla imaginación hubiera posado su mano .
Sus piececitos , afortunadamente , aún no habían aprendido a caminar , y eso era precisamente , lo que más le gustaba de él , pues el camino que un hombre elige puede llevarle por valles apacibles donde el alma se solaza en las límpidas aguas en las que se contiene la vida o , muy al contrario , por caminos de perdición .
Lo tenía decidido , de alguna manera , quería que aquel niño fuera su hijo , ya vería cómo , pero él sabía cómo hacer de ese pequeño un Hombre de Luz , y de ningún modo , permitiría que se convirtiera en un ser de mente ciega y alma anegada de sentimientos oscuros . !El Hijo del Sol no sería así ! .
Despertó el niño y la madre , que velaba su sueño , lo encontró más hermoso que nunca , como revestido de una nueva luz , de un nuevo brillo en sus ojos . Su sonrisa parecía ,verdaderamente , la sonrisa de un ángel .
Despertó el niño y la madre , que velaba su sueño , lo encontró más hermoso que nunca , como revestido de una nueva luz , de un nuevo brillo en sus ojos . Su sonrisa parecía ,verdaderamente , la sonrisa de un ángel .
Ella aún no sabía que ahora su hijo también era el Hijo del Sol .
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