domingo, 1 de julio de 2007

EL PARADOR DE DIOS

Un joven mirándose en un lago pidió tres deseos :
-Que sus pies alcanzaran la cima de la montaña para poder ver a Dios .
-Que el mismo Dios le indicara cuál era su misión en la vida , y por último pidió tener suficiente tiempo para cumplir dicha misión .

Se dispuso a ello con premura sabedor de la efímera levedad de la existencia .

La escarpada subida fatigaba sus miembros , pero su mente , se mantenía clara en el objetivo .

De vez en cuando paraba un rato y, después de elevar una oración al cielo , miraba desde las alturas los valles primorosos que le vieran nacer , preñados de vegetación , los riachuelos sonoros y cristalinos que , a lo lejos , semejaban cintas plateadas serpenteando los familiares senderos recorridos por él siquiera un millar de veces en los últimos años .

Su niñez había transcurrido en una ciudad de marcado carácter industrial . Allí se trasladó su familia desde este precioso valle , tras vender sus pequeñas pertenencias , a la búsqueda de un futuro mejor , y allí se forjaron los primeros recuerdos de su infancia .

Su madre era mujer llena de entereza , cargada de labores , pero solícita y tierna como el pan recién hecho , para saciar el hambre de afecto , de curiosidades , de sueños por estrenar la vida presta a ser vivida .

Su padre , apenas le veía , hombretón rudo pero muy recto , de brazos de acero y corazón blando y dulce como de cera y miel , llegaba a casa tan agotado que un buen día ya no pudo levantarse más y los dejó sin sustento , sin su mirada honda y limpia de hombre cabal y bueno , ya nunca más estaría ahí ofreciéndoles seguridad y apoyo en los tiempos difíciles .

Un buen día , el joven le dijo a su madre que debía resolver el enigma que se contenía en su vida , aquel que se escondía en el cofre de su corazón , desde que su leche templada como un río de caricias a través de su garganta , alimentara sus ansias de amores circundados de esferas celestiales y brisas boreales que contemplan el sueño de Dios y lo preservan del sonoroso trino
de las aves , del canto de los ángeles celosos de sus alabanzas , de las pisadas de las palomas que juguetean seguras en las cornisas de "La Casa del Cielo" .

Tenía seguro el corazón del Amor de Dios y a su encuentro , iba sin dilación , pues su certeza y alegría le daban la fuerza que se forja en el conocimiento de los que se sienten a las puertas de Su Casa .

A veces le pasaba , se extasiaba en letargo amoroso del deseo vivísimo de estar con Dios .

Su llamada era tan fuerte que le causaba un profundo gozo en el pecho .

Emprendió de nuevo el camino , y al poco se encontró con un forastero que entabló conversación , preguntándole dónde iba :
-Ando buscando la solución del enigma de mi vida , y estoy convencido que la misma se encuentra tras el Rostro de Dios , por ello camino hacia la cima de esa montaña , seguro de que allí podré verle .
-Te pido , dijo el forastero , que retrases tu viaje durante un día , pues necesito de alguien que me cuide ya que tengo la pierna enferma y ello me causa gran dolor .

Consternado por este contratiempo el joven accedió a su petición viendo que , de veras , el desconocido estaba necesitado de su ayuda .

Conforme iba avanzando su conversación , el joven fue sintiéndose lleno de paz y alegría infinitas y , transcurrida la tarde , preparó su manta para dormir al lado del forastero , por si precisaba de sus cuidados .

Casi inmediatamente se durmió profundamente y soñó que iba en una barca navegando por un río junto al forastero que dormía a su lado .

Era un viaje placentero , con rumbo seguro , y ambos , estaban conectados por estrechos lazos de un vivísimo amor fraterno .

El forastero le miraba a los ojos y , a través de ellos , ambos mantenían una comunicación sin límites de conocimiento , de transmisión de la verdad y sobre el destino de la existencia , su origen y finalidad . Todo en un instante fue revelado ante sus ojos . Sentimientos exquisitos residían en sus miradas poniendo en comunicación sus almas y el joven tuvo la certeza de que aquello era lo que él iba buscando .

Llegados a un descenso del río la barca perdió el equilibrio y zozobró , cayendo el forastero al agua . Angustiado el joven se tiró a buscarlo , pero la búsqueda fue inútil y al intentar regresar a la barca despertó .

Lleno de inquietud , al despertar , se dispuso a contarle el sueño a su compañero
pero , para sorpresa suya , allí no había nadie . El hombre que un rato antes se quedara dormido a su lado , con la pierna gravemente enferma , había desaparecido .

Largo rato estuvo el joven ensimismado dilucidando su sueño hasta llegar a la conclusión de que en su interpretación estaba el colmo de todos sus anhelos .

Con increíble ligereza llegó a la cima de la montaña y se dispuso a cumplir la voluntad de lo que había leído en los ojos del forastero .
-Dios , se dijo a sí mismo , es quien se ha aparecido ante mis ojos reclamando mi ayuda . ! Dichoso soy por habérsela prestado ! . Por ello se que el mismo Dios reside en el corazón de todos los seres que habitan el Universo .
Por todo ello considero finalizada mi búsqueda . Desde ahora estableceré mi residencia en la cima de esta montaña .Viajaré continuamente por estos lugares ayudando a las personas que permanecen en su búsqueda y les conduciré como es su deseo al Parador de Dios .

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