Canto a la consagración de tus besos , a tus batallas ganadas por una sonrisa , a mis duelos internos por los hijos no habidos , a los mundos a que jamás tendré derecho .
Canto a la brisa que me trae tu recuerdo , a tu hastío , mi esperanza , canto a tus besos , que mantienen la pequeña llama que alumbra mi vida , y que perdurará por siempre en el efímero sagrario de tu corazón de niño que perseguía a los pájaros en una mañana de verano , y en el que yo quedé atrapada , sumisa , sin oir las voces de tantos mundos mundos perdidos , que pedían lavarse en las purísimas aguas de tu dulce corazón intransformable .
Canto a tu amor , que trasciende el huracán de los años ; que prestan a mi tez las hábiles arrugas de una vejez inexistente en los abismos de esta dulce locura .
Él se derrama con el inevitable desparrame de los granos de siembra que mi cuerpo , fiel , germina una y otra vez , como un dulce ritual sagrado , en contra de las voces de esos mundos que intentan acallar mi canción .
Se escapa con la premura del incierto amanecer a traves de la esencia de mis poros , pidiendo su renuevo en venideros llantos y risas limpiadoras de humores pestilentes , cual estanques de moradas no habitadas por corazón alguno .
Canto al perdido goce impatentable del primer beso , que me transportó a la recogida de las míes de tu alma pura , sedienta de mi amor de mujer inmadura , en la ansiada perfección de tu aquiesencia , haciéndonos partícipes por siempre de la amatoria intemporal que funde el equinoccio de los tiempos hasta hacer de un segundo , cielo eterno , que no dudaria en calificar de octava maravilla .
Y canto en suma porque mi canción más preciada , se preste siempre a la dulce ternura , entregándose sin tregua al puro sentimiento , y a tenor de los pequeños desmanes de la vida , reviva sin fin a este nuestro amor infatigable .
Canto a la brisa que me trae tu recuerdo , a tu hastío , mi esperanza , canto a tus besos , que mantienen la pequeña llama que alumbra mi vida , y que perdurará por siempre en el efímero sagrario de tu corazón de niño que perseguía a los pájaros en una mañana de verano , y en el que yo quedé atrapada , sumisa , sin oir las voces de tantos mundos mundos perdidos , que pedían lavarse en las purísimas aguas de tu dulce corazón intransformable .
Canto a tu amor , que trasciende el huracán de los años ; que prestan a mi tez las hábiles arrugas de una vejez inexistente en los abismos de esta dulce locura .
Él se derrama con el inevitable desparrame de los granos de siembra que mi cuerpo , fiel , germina una y otra vez , como un dulce ritual sagrado , en contra de las voces de esos mundos que intentan acallar mi canción .
Se escapa con la premura del incierto amanecer a traves de la esencia de mis poros , pidiendo su renuevo en venideros llantos y risas limpiadoras de humores pestilentes , cual estanques de moradas no habitadas por corazón alguno .
Canto al perdido goce impatentable del primer beso , que me transportó a la recogida de las míes de tu alma pura , sedienta de mi amor de mujer inmadura , en la ansiada perfección de tu aquiesencia , haciéndonos partícipes por siempre de la amatoria intemporal que funde el equinoccio de los tiempos hasta hacer de un segundo , cielo eterno , que no dudaria en calificar de octava maravilla .
Y canto en suma porque mi canción más preciada , se preste siempre a la dulce ternura , entregándose sin tregua al puro sentimiento , y a tenor de los pequeños desmanes de la vida , reviva sin fin a este nuestro amor infatigable .
2 comentarios:
Si cantamos de esta manera tan bella, no dejemos nunca de cantar.
Besos
Gracias por tus palabras que son también preciosas para mi.
Besos.
Publicar un comentario