Hogar callado, mudas paredes vacías
Implorando los suaves susurros
Añorando la infantil algarabía
De otros tiempos,
reproches, llantos,
ternura, mágica ternura
Que la ausencia me prodiga.
Asfalto de ciudad
Trasnpirando el sudor de mis desdichas,
Recogiendo mis suspiros,
Mis penas, mis alegrías.
Sangre, huesos, piel de asfalto;
Mis pies pegados al suelo
Y mi corazón muy alto
Elevándose hasta el cielo.
Mundo de puertas adentro
Casa, calor, paredes donde reías;
De puertas adentro, el mundo,
La vida, se detenía.
Con tu risa y con mi risa
Tejíamos la corona
La vida se entretenía,
Entre tu risa y mis bromas.
Mis lágrimas, tu sudor
El dolor de mis entrañas
Pariendo luz del amor.
Tu alma de niño grande
Desbordada de ternura
Sueño grande de ser padre
Desde tu infancia menuda.
Mundo de puertas adentro
Felicidad atrapada
Ansiando parar el tiempo.
Mi hastío por siempre sofocado
Al calor de los pucheros
Y mis sueños . . .
Entre humos silenciados
Resonando por siempre en mi silencio.
Mundo de puertas adentro
Poesía . . .
Alma desnuda,
En la luz, y en la penumbra,
Que se niega a madurar
Aunque madurar le urja.
Poesía . . .
Dulce, amarga poesía
Dulzura de mil amores
De mil rupturas desdichas
Poesía . . .
Sueño que al alma alimenta
No hay comentarios:
Publicar un comentario